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Frida Lara Lizardi

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"No poder proteger lo que no conocemos"

Frida Lara Lizardi, Doctora en Ciencias Marinas, Investigadora, fotógrafa y conservacionista. @fridalaral

En un mundo donde los océanos guardan secretos inimaginables y enfrentan desafíos constantes, Frida Lara Lizardi emerge como una voz apasionada y comprometida con la conservación marina. ¿Por qué la fotografía? Para Frida, la fotografía no es solo una herramienta, sino una ventana al alma del océano, una forma de transmitir su belleza y fragilidad al mundo.

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Hace 12 años, Frida comenzó su viaje fotográfico, capturando momentos que se convertirían en testigos de la vida marina. Entre sus capturas más memorables se encuentra "La base de la vida", tomada en la Bahía de la Paz mientras buscaba tiburones ballena. Esta imagen captura la interacción vital entre sardinas y depredadores más grandes, recordando la importancia de cada eslabón en la cadena alimenticia marina.

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El sol se elevaba lentamente sobre el horizonte, pintando el cielo de tonos cálidos y dorados mientras Frida Lara Lizardi se preparaba para un día de exploración en las profundidades de la Bahía de la Paz. Con su cámara en mano y el corazón lleno de emoción, se embarcó en una aventura en busca del majestuoso tiburón ballena.

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El agua cristalina se extendía frente a ella, un lienzo azul salpicado de promesas y misterios submarinos. Y entonces, en medio de la inmensidad del océano, lo vio: el gigante gentil, el tiburón ballena, deslizándose con gracia y majestuosidad a través de las aguas. Era una vista impresionante, un recordatorio de la grandeza y la belleza de la vida marina.

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Pero lo que realmente cautivó a Frida fue la escena que se desarrollaba ante sus ojos: la danza hipnotizante de las sardinas. Enormes bancos de estos pequeños peces plateados se movían en perfecta armonía, tejiendo patrones sinuosos en el agua mientras huían de los depredadores que acechaban en las profundidades.

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Frida observaba maravillada la interacción entre estas dos especies: los gigantes gentiles y los humildes sardinas. Y en ese momento, se dio cuenta de la importancia vital de las sardinas en el ecosistema marino. Eran la base de la vida, los pilares sobre los que se sostenía toda la cadena alimenticia.

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Sin las sardinas, los mares estarían desprovistos de sustento. Los depredadores más grandes, como el tiburón ballena, se quedarían hambrientos y desamparados, y el delicado equilibrio del océano se vería amenazado. Pero gracias a la presencia de estas humildes criaturas, los mares estaban llenos de vida y energía.

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Para Frida, este espectáculo submarino fue más que una simple observación; fue un recordatorio poderoso de la interconexión de toda la vida en el océano. Cada criatura, grande o pequeña, tenía un papel crucial que desempeñar en el vasto y complejo ecosistema marino. Y como testigo de esta maravilla natural, se comprometió a proteger y preservar este frágil equilibrio para las generaciones futuras.

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La base de la vida - Frida Lara Lizardi

Otra instantánea inolvidable es "Una mirada que te cautiva", tomada en Bahía Magdalena. Aquí, Frida nos lleva a un encuentro cercano con una ballena gris, cuya mirada penetrante nos recuerda la majestuosidad y la vulnerabilidad de estas criaturas.

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El amanecer en Bahía Magdalena pintaba el cielo con tonos rosados y dorados, mientras las suaves olas mecían la embarcación en la que Frida Lara Lizardi se encontraba. La brisa marina acariciaba su rostro, trayendo consigo una sensación de anticipación y asombro. Aquella mañana, salieron desde Puerto Chale con el corazón lleno de esperanza y la mente abierta a las maravillas que el océano tenía preparadas para ellos.

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A medida que la embarcación se adentraba en las aguas tranquilas de la bahía, el silencio se apoderaba del ambiente, solo interrumpido por el suave murmullo del agua al romper contra el casco del barco. Y entonces, como si la naturaleza misma estuviera de su lado, las ballenas grises comenzaron a aparecer, emergiendo majestuosamente de las profundidades en un espectáculo digno de los dioses.

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Pero entre todas las ballenas que danzaban en el horizonte, una en particular capturó la atención de Frida. Era imponente, con su cabeza elevándose sobre la superficie del agua en un gesto de curiosidad y gracia. Y lo que realmente cautivó a Frida fue su mirada. En aquel momento, el universo parecía detenerse mientras los ojos oscuros y profundos de la ballena se encontraban con los suyos.

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Fue un momento de conexión inexplicable, un instante en el que el tiempo se dilató y todo lo demás desapareció, dejando solo a Frida y a la ballena, perdidos en un mundo de asombro y admiración mutua. Aquella mirada contenía siglos de sabiduría y misterio, y Frida sintió que estaba viendo el alma misma del océano reflejada en los ojos de aquel majestuoso ser.

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Aunque el tiempo pasara y las memorias se desvanecieran, aquel encuentro con la ballena en Bahía Magdalena permanecería grabado en el corazón de Frida para siempre. Fue un regalo del océano, un recordatorio de la belleza y la grandeza de la naturaleza, y un testimonio de la profunda conexión que une a todos los seres vivos en este vasto y maravilloso planeta azul.

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Una mirada que cautiva - Frida Lara Lizardi

"Lobo fino en Las Ánimas" nos sumerge en la realidad de las amenazas que enfrenta la vida marina. La belleza de estos lobos marinos contrasta con la presencia de una red atunera abandonada cerca de su hábitat, recordándonos la urgente necesidad de proteger nuestros océanos.

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En el tranquilo y sereno entorno de los Islotes de las Ánimas, una nueva presencia había comenzado a hacerse notar: los lobos finos. Estas criaturas majestuosas y llenas de vida habían llegado hace poco tiempo, pero su belleza y vitalidad ya habían cautivado a aquellos que tenían la suerte de cruzarse con ellos.

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Frida Lara Lizardi, con su cámara en mano, se encontraba entre los afortunados que pudieron presenciar la llegada de estos lobos a su nuevo hogar marino. Con cada clic de su cámara, capturaba la esencia misma de la vida salvaje y la esperanza que estos animales representaban para el ecosistema.

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Sin embargo, la serenidad de este paraíso marino se vio amenazada cuando una red atunera, abandonada sin consideración por las consecuencias, comenzó a enredarse cerca de la zona. Para Frida, fue una revelación impactante y desgarradora pensar en la biodiversidad que estaba en peligro de ser atrapada por esa red fantasma, una amenaza invisible pero real para la vida marina que tanto amaba.

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La incertidumbre y la angustia llenaron el aire mientras Frida y otros defensores del océano luchaban por encontrar una solución. Sin embargo, su esperanza no se desvaneció. Dos meses después, una gran porción de la red fue finalmente retirada, liberando a la vida marina atrapada y devolviendo un destello de esperanza al corazón de Frida.

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Para ella, este evento fue más que una simple liberación de animales atrapados; fue un recordatorio poderoso de la resistencia y la capacidad de recuperación del mundo marino. La vida en los Islotes de las Ánimas seguía latiendo, luchando contra las adversidades y encontrando la fuerza para seguir adelante.

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A medida que el sol se ponía sobre el horizonte, Frida observaba con renovada esperanza cómo los lobos finos jugaban en las aguas cristalinas, recordándole que, a pesar de los desafíos, el mar seguía siendo un lugar de vida, belleza y renovación constante.

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Lobo fino en Las Ánimas - Frida Lara Lizardi

En "Los ángeles bajo el mar", Frida nos invita a sumergirnos en un mundo de gracia y serenidad, donde las mobulas se congregan en grandes números. Esta imagen captura la tranquilidad y la belleza de la vida marina, inspirando a cuidar y proteger nuestros océanos.

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El sol se filtraba a través de las aguas cristalinas de la Ensenada de Muertos, iluminando un espectáculo celestial que se desplegaba bajo la superficie. Era un día de gracia y maravilla, un día en el que las criaturas del océano se reunían en una danza sin igual.

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Era el año de las mobulas, y miles de estos majestuosos seres se habían congregado en las aguas, formando una sinfonía de movimiento y belleza. Flotaban en el agua como ángeles suspendidos en el éter, sus cuerpos gráciles y elegantes cortando el mar con facilidad. Para Frida Lara Lizardi, era un espectáculo que nunca olvidaría.

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Con cuidado y reverencia, Frida se sumergió en el mundo submarino, dejándose envolver por la serenidad y la calma que emanaban de las mobulas. Se deslizó silenciosamente bajo la escuela de peces, observando maravillada cómo las criaturas pasaban por encima de ella con gracia y majestuosidad.

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Cada movimiento de las mobulas era un baile sincronizado, una danza de vida y libertad que llenaba el corazón de Frida de asombro y admiración. Se sentía como si estuviera presenciando un milagro submarino, una manifestación de la belleza y la armonía del mundo natural.

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Y entonces, con el mismo cuidado con el que había llegado, Frida comenzó a ascender lentamente hacia la superficie, asegurándose de no perturbar la paz de las mobulas. Fue una experiencia única, un momento de conexión profunda con la vida submarina y una lección de humildad ante la grandeza del océano.

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Para Frida, las mobulas bajo el mar representaban mucho más que simplemente una imagen hermosa. Eran un recordatorio de la maravilla y la magia que se esconden bajo la superficie del océano, y un llamado a proteger y preservar este increíble ecosistema para las generaciones futuras.

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Ángeles bajo el mar - Frida Lara Lizardi

Pero la fotografía es solo una parte del compromiso de Frida con los océanos. ¿Cómo mejorar nuestra relación con el mar? Frida nos insta a aprender de él, a comprender su complejidad y fragilidad, y a tomar medidas para su protección.

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Su trabajo ha sido testigo de momentos impactantes, como presenciar el nacimiento de un delfín en el Archipiélago de Revillagigedo. Pero también ha sido testigo de la recuperación de especies y ecosistemas, demostrando que la esperanza y el esfuerzo pueden marcar la diferencia.

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Mirando hacia el futuro, Frida espera que la conciencia y el trabajo continuo nos lleven a la recuperación de más especies y ecosistemas marinos. Y si tuviera la oportunidad de transmitir un mensaje al mundo, sería uno de esperanza y acción: nunca perder la esperanza y seguir trabajando para la salud y recuperación de nuestros océanos.

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Frida Lara Lizardi nos muestra el poder de la fotografía como una herramienta para la conservación marina, compartiendo historias que inspiran, conciencian y nos conectan con la belleza y fragilidad de los océanos.

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Frida Lara trabajando en campo - Autor desconocido

Frida Lara Lizardi, una investigadora apasionada por los secretos del océano, ha recorrido un viaje académico que abarca desde las cálidas aguas del Caribe mexicano hasta los remotos atolones de Seychelles.

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Comenzó su trayectoria en la Universidad Autónoma de Yucatán, donde se sumergió en el estudio de la biología marina, explorando la diversidad de los arrecifes de coral y participando en proyectos de conservación en la Península de Yucatán.

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Más tarde, amplió sus horizontes académicos en la Queen Mary University de Londres, donde obtuvo su maestría en Ciencias Marinas, profundizando en el comportamiento alimenticio de los tiburones de puntas negras en entornos de cautiverio.

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Armada con un doctorado en Ciencias Marinas del CICIMAR-IPN, Frida se lanzó a la vanguardia de la investigación científica. Desde su asesoramiento en tesis de maestría en la Universidad de York, Inglaterra, sobre el uso del hábitat y rango de hogar de los tiburones blancos en la isla Guadalupe, hasta su participación en la expansión del rango del tiburón blanco Nasolamia velox en el Archipiélago Revillagigedo en México, su trabajo ha abarcado un amplio espectro de temas y regiones marinas.

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Su compromiso con la conservación marina la llevó a colaborar en proyectos de evaluación de poblaciones de tiburones en las Seychelles y a participar en la recuperación de reservas marinas en Cabo Pulmo, México. Además, su labor como instructora y asesora en diversas instituciones y proyectos internacionales demuestra su profundo compromiso con la educación y la promoción de la conservación marina en todo el mundo.

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Desde sus primeros días estudiando la diversidad de los arrecifes de coral hasta su participación en congresos internacionales, Frida ha demostrado una profunda conexión con el mar y un compromiso inquebrantable con su preservación.

En resumen, Frida Lara Lizardi no solo es una científica brillante, sino también una defensora apasionada de los océanos, cuya trayectoria académica y compromiso con la conservación han dejado una huella imborrable en el mundo de la investigación marina.

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Frida Lara Lizardi no solo es una científica brillante, sino también una defensora apasionada de los océanos, cuya trayectoria académica y compromiso con la conservación han dejado una huella imborrable en el mundo de la investigación marina.

Nota generada por Alonso I. Rodríguez de la Parra

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