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De Un Barco Al Universo.
Refugios Pesqueros Parte 2 de 4.

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El barco se asemeja en retrospectiva a muchos otros sistemas, así como nuestro cuerpo, o como el sistema digestivo, o el sistema nervioso. También podemos verlo como una empresa o un grupo de música. Lo interesante de los sistemas es que cuando una parte del sistema falla, todas las demás comienzan a desmoronarse.

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Alonso I. Rodríguez de la Parra, explorador y documentalista.

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Quino El Guardian - Alonso I. Rodríguez de la Parra

Encontrarse a bordo de un barco es una experiencia casi ilusoria, pues al desconectarse de la tierra, el tiempo parece transcurrir de manera diferente. Lo que antes era tierra firme ahora parece distante, y sumergirse en el agua te separa de cualquier pensamiento terrenal. En el momento en que te embarcas, dejas de ser tú mismo para convertirte en parte del barco.

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En medio del azul - Alonso I. Rodríguez de la Parra

¿Qué es un barco? Va más allá de ser simplemente una pieza de metal, madera o ambas en algunos casos. Es mucho más que un objeto inanimado, pues en realidad realiza numerosas funciones similares a las de cualquier otro organismo viviente. Un barco puede ser imponente, sólido y poderoso, pero también puede ser simple, noble y extremadamente frágil. A menudo me pregunto por qué las personas sienten la necesidad de tocar un barco cuando están cerca de él o a bordo, golpear su casco o simplemente acariciar con delicadeza uno de sus barandales. Un barco emana mucho más que la sensación de ser un objeto inanimado; es un ser que vive y sobrevive de innumerables maneras. Y cuando un capitán, un ingeniero y una tripulación lo abordan, cobra vida por completo, convirtiéndose en una extensión viva de los diferentes personajes que, en sincronía y en una simbiosis obligatoria, transforman este objeto, a menudo mal llamado inanimado, en un ente poderoso que impulsa todo el sistema.

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Dr. Agüitas haciendo lo suyo - Alonso I. Rodríguez de la Parra

Un barco sin capitán no es un barco, de la misma manera que un capitán sin un barco no es un verdadero capitán. Ambos dependen el uno del otro para existir. A veces, los barcos parecen tomar decisiones por sí mismos. Las máquinas pueden dejar de funcionar sin motivo aparente, como cuando un niño decide hacer berrinche y no caminar. Sin ningún sentido aparente, un barco puede comportarse de maneras que a veces resultan incomprensibles para nosotros. Es responsabilidad del jefe de máquinas asegurarse de que el barco esté contento, o mejor dicho, si el jefe de máquinas no está contento, tampoco lo estará el barco, y de esto podría depender que el barco quiera avanzar. Todos los tripulantes trabajan juntos para garantizar que este barco, del cual formamos parte, funcione como uno solo, como un organismo conjunto con una misión poderosa.

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Buzos Monitores - Alonso I. Rodríguez de la Parra

En esta ocasión, no solo estoy a bordo de la embarcación Quino el Guardián; en esta ocasión, soy Quino el Guardián. Soy una entidad con una misión poderosa que, sin las demás partes, no funciona, o definitivamente no sería lo mismo. Todos los presentes en esta misión somos Quino el Guardián. En esta expedición, Quino el Guardián está conformado por un chef; y lo menciono primero porque para los que solemos formar parte de barcos sabemos que el rol del chef es de los más importantes para que el barco funcione. También a bordo se encuentra un capitán, un segundo al mando y jefe de seguridad, un jefe de máquinas, un grupo de marineros, científicos, pescadores, buzos monitores, biólogos, dive masters y un escritor y documentalista; que en este caso particular yo cumplo con ese rol dentro de este gran organismo. Y de esta manera todos juntos navegamos con un propósito muy claro, realizar uno de los muchos monitoreos que se realizan al año para conocer las condiciones del océano, por un lado hay personas tomando muestras y analizando ADN en el agua, otros creando fonogramas a través de la grabación de los sonidos que se encuentran en el agua con un hidrófono, otros contando peces con metodologías muy específicas y eficaces, otros analizando y contando estrellas de mar y moluscos, otros analizando y juntando todos los datos para poder interpretarlos y sacar conclusiones, yo; sacando fotografías, videos y entrevistando a todos los participantes, el chef y su ayudante dándonos de comer y recordándonos con entusiasmo que no dejemos de beber agua, encargándose de que todos podamos funcionar para que el barco funcione, y por otro lado, el jefe de máquinas complaciendo con aceite y caricias a esta carcasa enorme que nos da vida a todos.

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Durante la expedición de Refugios Pesqueros - Alonso I. Rodríguez de la Parra

El barco se asemeja en retrospectiva a muchos otros sistemas, así como nuestro cuerpo, o como el sistema digestivo, o el sistema nervioso. También podemos verlo como una empresa o un grupo de música. Lo interesante de los sistemas es que cuando una parte del sistema falla, todas las demás comienzan a desmoronarse. Si nos ponemos a pensar en los diferentes sistemas que nos rigen a todos nos daremos cuenta de lo importante que son las pequeñas cosas para que otras más grandes funcionen y así otras aún más grandes funcionen y así aun otras aún más grandes y más grandes y más grandes funcionen, ¿si me entienden no?

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Zonas de monitoreo para Refugios Pesqueros - Alonso I. Rodríguez de la Parra

La familia, la política, la escuela, el trabajo, el retiro, las relaciones humanas, las mascotas, los animales salvajes, el clima, las colmenas, la abeja; todo, desde lo que creemos individual hasta lo que percibimos como colectivo, son colectivos más pequeños de sistemas que hacen que todo funcione. Muchas veces pensamos en el universo como un gran ente que es tan tan grande que nuestra participación en él es obsoleta, que no importa si profesamos el mal o el bien, si actuamos de manera correcta o incorrecta, nada cambiará. A veces nos pensamos tan obsoletos y diminutos ante lo que creemos infinito que menospreciamos nuestro rol en el sistema. Voy a regresar un poco del pensamiento del universo a algo mucho mucho más pequeño que todo eso, a un pequeño sistema el cual si le echamos ganas, si podemos visualizar y tratar de entender mejor cómo funciona. Este pequeño sistema que flota en el universo cumpliendo su rol se llama el Planeta Tierra. El Planeta Tierra es un ente que funciona gracias a un millón de sistemas que funcionan por otro millón de sistemas. Y con esto dicho no puedo dejar de pensar, ¿en verdad somos insignificantes? ¿En verdad lo que hacemos no afecta a una mayor escala todo este sistema? Posiblemente seamos los únicos capaces de experimentar el universo como lo estamos haciendo, o posiblemente no, pero de algo que estoy seguro es que tenemos un rol importante y aunque al compararme con el universo soy solo una pizca de polvo, sé que hay pizcas de polvo aún menores de las cuales dependo plenamente para existir, y que si algo puedo hacer para que la vida misma exista lo haré. Y esto siguiente no lo digo refiriéndome a mí para que quede claro, pero posiblemente alguien en un futuro lejano, donde podamos vencer las adversidades y sanar al planeta de todos sus males, en ese entonces, solo en ese entonces, alguien podrá decir que una pizca de polvo fue la que salvó el universo entero.

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El Pardito submarino - Alonso I. Rodríguez de la Parra

"El barco se asemeja en retrospectiva a muchos otros sistemas, así como nuestro cuerpo, o como el sistema digestivo, o el sistema nervioso. También podemos verlo como una empresa o un grupo de música. Lo interesante de los sistemas es que cuando una parte del sistema falla, todas las demás comienzan a desmoronarse."

Alonso I. Rodríguez de la Parra

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